Esta investigación contribuye a comprender el concepto de tejido social y su relación con el campo de la música colectiva para la construcción de paz. La investigación tuvo como objetivo identificar los aportes de los espacios musicales colectivos con víctimas del conflicto armado a la reconstrucción del tejido social de sus participantes. Específicamente se centró en el programa Música para la Reconciliación de la Fundación Nacional Batuta en Colombia. A través de la metodología de historias de vida la investigación se acercó a 17 familias participantes en los espacios de formación musical y psico-social de cuatro centros musicales diferentes del país. La investigación encuentra que el conflicto armado y los procesos de desplazamiento forzado posteriores a las vivencias violentas dejan a las familias frente a pérdidas humanas, económicas y sociales que les generan una alta desconfianza y les avocan al aislamiento. Lo anterior genera un no-lugar donde el sujeto rompe su vínculo con la sociedad. El espacio musical colectivo logra generar las condiciones para brindar a los participantes una identidad musical temporal que les devuelve su lugar social aportando al alivio emocional, la reconstrucción de sus redes y la circulación de recursos intangibles cohesionadores que permiten la confianza en sí mismo y en los demás. This research contributes to understand the concept of social fabric and its relationship with the field of collective music for the construction of peace. The research aimed to identify the contributions of the collective musical spaces with victims of the armed conflict to the reconstruction of the social fabric of its participants. Specifically, he focused on the Music for Reconciliation program of the National Batuta Foundation in Colombia. Through the methodology of life stories, the research approached 17 families participating in the musical and psycho-social training spaces of four different musical centers in the country. The investigation finds that the armed conflict and the processes of forced displacement after violent experiences leave families with human, economic and social losses that generate a high distrust and lead them to isolation. The foregoing generates a non-place where the subject breaks its link with society. The collective musical space manages to generate the conditions to provide participants with a temporary musical identity that gives them back their social place contributing to emotional relief, the reconstruction of their networks and the circulation of cohesive intangible resources that allow self-confidence and the rest.